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Ciclo de miércoles de junio en Café InSurGente

mayo 28, 2013

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El tiempo y la ciudad

Sol bemol alcohol amor yo, yo-yo, el superyo Alma sensación dolor la confianza se cayó Esperanza de cristal por no ser fracasador verso golpe tempestad juicio espejo decisión. Ay, nube que nos llueve la paciencia / que nos pudre la conciencia / sin saber adónde va Ay, viaje metafísico de un lamentable circo / a través del tiempo y la ciudad Ardor mayor calor rencor sabor a sol pero peor soy motor de mi agresión monstruo desesperación Espejo roto incisión herida mía sangre y sudor Te mato a vos me muero yo cargo en mi cuenta nuestro amor. Ay, nube que nos llueve la paciencia / que nos pudre la conciencia / sin saber cuándo se va Ay, viaje metafísico de un lamentable circo / a través del tiempo y la ciudad Ay, viaje metafísico de un lamentable circo / a través del tiempo y la ciudad

La travesía - Cuento

La travesía Después de conocer aquel lugar, nada sería lo mismo. Era adolescente aún entre los estudios y las fiestas, ya sabía pasarlo bien, aunque a veces también la embarraba, pero iba con cuidado. Se dio cuenta de que bastaba con quererse un poco como para no hacer nada de lo que después se tuviera que arrepentir. Inocente todavía, no se podía quedar en la ciudad en verano, alguna playa cercana por ahí alcanzaba para sentirse de vacaciones. Habría tiempo después para encarar los benditos exámenes. Igual, el dinero siempre fue un límite muy apretado como para perder el control. Ah y quererse al menos un poco... La escapada veraniega más lejana terminó en Santa Teresa. Fue el primer lugar de Rocha que conoció con 16 años, un éxito. Batida de coco, playa y diversión, la plenitud de una incipiente autocomplacencia. Pero fue sólo placer, no fue amor. Fue cuando se la jugó. Después de pensarlo tres veces, estaba pasando tan bien que los 102 pesos que estaba guardando para

Es ahora, es canción

Es ahora la vida. Es ahora el amor nutriendo de sentido la creación. Es ahora el instante que inspira cada canción. Es ahora el ámbito intangible, el tiempo en que sucede y transcurre la música, la voz. La canción sola, desnuda. También aquella, vestida para la ocasión. Es ahora la búsqueda, el eterno comienzo, la sangre y la emoción. Es ahora, es la carne, la madera, el nylon y el sudor. Y el acero, el metal, lo foráneo y local, la computadora y el dedo en el botón. El efecto, el sample, el sinte y el ratón. La tecla, la electricidad, el clima y la organicidad. Es ahora el momento de ser mejor, de ser mayor. De mirarse en el espejo sin temor de reconocerse en la canción de autor, en la cultura de acá y de allá que es la de acá pero mezclada con la de allá y que es toda una sola al final. Que se ríe y cabalga por encima de las fronteras, como decía Lauro Ayestarán*. Es ahora el sabor, el dolor, el ardor, la pasión, la inseguridad y la convicción, el temor... Es ahora la cosecha de

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